viernes, 21 de marzo de 2014

Los placeres prohibidos

Llegar tarde a posta. Besarse sin que te vean. Verse sin que te vean. Escribir una carta sincera a una ex-persona "tuya" que es persona "de otra". Querer comerse una onza de chocolate y terminar comiéndote toda la tableta. Pegar un puñetazo al suelo y destrozar el reloj. Desmayarse en la cama tras la última copa. "Explorar" "cuevas". Desnudarse ante la persona equivocada. Comerse el último trozo de pizza. Besar a alguien en la comisura de los labios y luego ponerle cara pícara, sin decir nada. "Comer" de la "fruta" ajena. Bajar corriendo a máxima velocidad una montaña, hasta casi tropezar y caer. Quedarse despierto hasta las 6 de la mañana escribiendo un mensaje que nunca enviarás, pero del que estás orgulloso. Borrar ese mensaje meses después. Acelerar hasta mucho más allá de la señal. Llorar de rabia, vociferar escupiendo y destrozar parte del mobiliario de casa. Hacerse un sandwich y un vaso de leche con cacao tras una noche de borrachera. Escribir y recibir mensajes eróticos. Correr enfadado hasta que te den calambres en las piernas. Escuchar música sin importar el volumen, ni los vecinos, ni la policía. Sonreírle de nuevo a alguien que te hizo llorar.

Los mejores placeres son prohibidos. Y lo son por algo...


(Publicado en Facebook el 20 de diciembre de 2013) 

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