"Ya no te molestes en llamarme o escribirme. Esta es la última vez que me engañas. Se acabó.
Adiós.
PD: ¡Bang!"
#microcuento
lunes, 7 de abril de 2014
jueves, 27 de marzo de 2014
Renacer
"Las cenizas, aún calientes, humeaban de su
piel desnuda. ¡Al fin ardieron las heridas! Así que al despertar, voló
de nuevo a la batalla."
#microcuento
(Publicado en Twitter y Facebook el 25 de marzo de 2014)
#microcuento
(Publicado en Twitter y Facebook el 25 de marzo de 2014)
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Al Hölson,
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renacer
viernes, 21 de marzo de 2014
El objeto de la pasión
No podía creérselo. Por primera vez podía respirarla intensamente. Lloró.
Siempre había estado enamorado de ella. Pero jamás pensó que llegaría tan lejos, ni tan profundo. En ella, su mente se quedaba en blanco, su respiración se hacía más y más lenta, y su cuerpo, como suspendido, se volvía ligero, levitaba, flotaba cual pluma en el aire.
Si sonaban mensajes, no podía escucharlos; si sus problemas aparecían, ella los acallaba con sus susurros; si miraba hacia el azul cielo inmerso en ella, toda la paz del mundo inundaba su ser.
Adentrarse en sus humedades y explorar sus cavidades lo hacía verdaderamente feliz, como hacía años que no recordaba.
La mar era su amante, y el buceo, el objeto de la pasión que los unía cada fin de semana.
Siempre había estado enamorado de ella. Pero jamás pensó que llegaría tan lejos, ni tan profundo. En ella, su mente se quedaba en blanco, su respiración se hacía más y más lenta, y su cuerpo, como suspendido, se volvía ligero, levitaba, flotaba cual pluma en el aire.
Si sonaban mensajes, no podía escucharlos; si sus problemas aparecían, ella los acallaba con sus susurros; si miraba hacia el azul cielo inmerso en ella, toda la paz del mundo inundaba su ser.
Adentrarse en sus humedades y explorar sus cavidades lo hacía verdaderamente feliz, como hacía años que no recordaba.
La mar era su amante, y el buceo, el objeto de la pasión que los unía cada fin de semana.
Debía decir las palabras exactas
Debía
decir las palabras exactas, en el tono, altura e intensidad adecuados,
concentrándose en un punto vacío de su mente, sin sentir nada más que
eso, palabras reverberantes. Pero cada vez que pensaba en pronunciarlas,
sabía que el dolor iba a ser insoportable, por lo que el miedo lo
bloqueaba, no conseguía superar el pánico.
Todo su cuerpo hervía de fiebre cada vez que lo intentaba. El sudor era como aceite que freía sus poros, todo su rostro se enrojecía hacia un burdeos intenso, como el de la sangre seca, y ésta, recorriendo todas sus venas, burbujeaba cociéndolo por dentro.
Pero esta vez era distinto. No tenía más remedio que hacer uso de ellas. O ella o él.
Se concentró.
No pensó.
Ya no dolían.
Y con los ojos cerrados, espetó, con voz profunda:
“¡Talen Hai!”
La gorgona que había intentado petrificarlo un segundo antes apenas pudo esquivar el impacto de su bola de fuego, que terminó estrellándose en la mitad del rostro de la femínea criatura.
El aprendiz cayó exhausto al suelo, mientras el cabello de víboras ardía a tal velocidad que tan sólo se pudo escuchar un grito ahogado del monstruo, que quedó reducido a cenizas en pocos minutos.
(Publicado en Facebook el 7 de marzo de 2014)
Todo su cuerpo hervía de fiebre cada vez que lo intentaba. El sudor era como aceite que freía sus poros, todo su rostro se enrojecía hacia un burdeos intenso, como el de la sangre seca, y ésta, recorriendo todas sus venas, burbujeaba cociéndolo por dentro.
Pero esta vez era distinto. No tenía más remedio que hacer uso de ellas. O ella o él.
Se concentró.
No pensó.
Ya no dolían.
Y con los ojos cerrados, espetó, con voz profunda:
“¡Talen Hai!”
La gorgona que había intentado petrificarlo un segundo antes apenas pudo esquivar el impacto de su bola de fuego, que terminó estrellándose en la mitad del rostro de la femínea criatura.
El aprendiz cayó exhausto al suelo, mientras el cabello de víboras ardía a tal velocidad que tan sólo se pudo escuchar un grito ahogado del monstruo, que quedó reducido a cenizas en pocos minutos.
(Publicado en Facebook el 7 de marzo de 2014)
Miraba con ojos de verdad
"Miraba con ojos de verdad, tocaba con manos de
duda, y me hablaba con la mentira llenando su boca. Sí, ella era una
gran política."
#microcuento
(Publicado en Facebook y Twitter el 29 de enero de 2014)
#microcuento
(Publicado en Facebook y Twitter el 29 de enero de 2014)
Ella y, sobre todo, Él
Ella viajaba a un cálido paraíso del sur de Europa. Y él... Él esperaba paciente a una cálida persona que fuera su paraíso.
Se conocieron casualmente una noche de verano, en un bar del paseo marítimo. A un lado y al otro de la barra, ambos habían pedido, a la vez, idénticos bocadillos que no estaban en la carta. Esa situación hizo que sus miradas se cruzaran y que, curiosos, sus labios se sonrieran, deseosos de conocer sus respectivas voces.
Se acercaron y, sin timidez alguna, comenzaron una amena conversación que continuó en una mesa para dos. Compartían profesión, por lo que en un primer momento sólo hablaron de sus experiencias laborales en común. Pero poco a poco y entre risas, descubrieron que además coincidían en gustos musicales, películas preferidas, por supuesto en comidas, así como en últimos - y caústicos - "ex"... ¡Pero si incluso acababan de terminar de leer el mismo libro! En compañía tan agradable, y en una noche así, calurosa y estrellada, Morfeo parecía no tener reloj a la vista.
Se bebieron las horas y contaron las veces que sus manos se acercaron, deseando que en algún mágico momento o por mero azar se llegaran a rozar. Hasta que el roce no fue de sus dedos sino de sus labios, que se fundieron apasionadamente, con tanto fervor que se besaron casi a dentelladas.
Él la invitó cortésmente a su casa, y ella aceptó si tomaban la penúltima copa juntos ("pues la última es la de antes de morir", dijo él en tono irónico). Ambos conocían el dicho. Se sonrieron como al principio de la noche, pero esta vez sus miradas ardieron de deseo, ambicionando sus voces en otro contexto...
Ella se despertó pronto. Volaba a media mañana. Así que se dieron sus números privados y, mirándose a los ojos, prometieron volver a verse. Algún día.
"Ay... ¿Algún día?". Suspiró ella.
"¡Ah! ¡Algún día... !". Sigue soñando él.
(Publicado en Facebook el 16 de enero de 2014)
Se conocieron casualmente una noche de verano, en un bar del paseo marítimo. A un lado y al otro de la barra, ambos habían pedido, a la vez, idénticos bocadillos que no estaban en la carta. Esa situación hizo que sus miradas se cruzaran y que, curiosos, sus labios se sonrieran, deseosos de conocer sus respectivas voces.
Se acercaron y, sin timidez alguna, comenzaron una amena conversación que continuó en una mesa para dos. Compartían profesión, por lo que en un primer momento sólo hablaron de sus experiencias laborales en común. Pero poco a poco y entre risas, descubrieron que además coincidían en gustos musicales, películas preferidas, por supuesto en comidas, así como en últimos - y caústicos - "ex"... ¡Pero si incluso acababan de terminar de leer el mismo libro! En compañía tan agradable, y en una noche así, calurosa y estrellada, Morfeo parecía no tener reloj a la vista.
Se bebieron las horas y contaron las veces que sus manos se acercaron, deseando que en algún mágico momento o por mero azar se llegaran a rozar. Hasta que el roce no fue de sus dedos sino de sus labios, que se fundieron apasionadamente, con tanto fervor que se besaron casi a dentelladas.
Él la invitó cortésmente a su casa, y ella aceptó si tomaban la penúltima copa juntos ("pues la última es la de antes de morir", dijo él en tono irónico). Ambos conocían el dicho. Se sonrieron como al principio de la noche, pero esta vez sus miradas ardieron de deseo, ambicionando sus voces en otro contexto...
Ella se despertó pronto. Volaba a media mañana. Así que se dieron sus números privados y, mirándose a los ojos, prometieron volver a verse. Algún día.
"Ay... ¿Algún día?". Suspiró ella.
"¡Ah! ¡Algún día... !". Sigue soñando él.
(Publicado en Facebook el 16 de enero de 2014)
La traición
La traición fue tan grande que concentró toda su decepción, ira y tristeza en un sólo beso.
El último.
#microcuento
(Publicado en Facebook y Twitter el 15 de enero de 2014)
El último.
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(Publicado en Facebook y Twitter el 15 de enero de 2014)
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